La gimnasta olímpica viajará – CON UN ACOMPAÑANTE a Tailandia y dará voz a la labor que la fundación Daughters Rising realiza con las indígenas de la etnia Karen en riesgo de explotación sexual en el norte del país.
GLO ya lleva donados más de 50.000 euros a esta ONG y sigue trabajando para visibilizar su importante tarea. Por ello, ha invitado a Almudena Cid a descubrir, durante una semana, el proyecto de la fundación y no lo hará sola. Glo y la ex deportista han realizado un sorteo en sus redes sociales para que una de sus seguidoras pueda vivir de primera mano la experiencia y hacerlo con un acompañante.
La deportista tuvo claro, desde el primero momento, que no podía dejar pasar esta oportunidad porque el proyecto estaba hecho para ella: “Lo que me ha llevado a colaborar con Glo son sus valores, con los que me siento muy identificada, y su solidaridad e implicación con la mujer contribuyendo a su empoderamiento y al auto cuidado. Además, el hecho de ser una empresa de Vitoria me hace sentir parte de la familia Glo”.
GLO, tres años apoyando a niñas en riesgo de violencia sexual
Cada vez que alguien entra en glo910.com y hace una compra, el 5% de las ventas va directamente a Daughters Rising. Fue en el año 2021 cuando Ixone Elosegui, co-fundadora de Glo, descubrió el proyecto que lleva a cabo la fundación Daughters Rising en las zonas indígenas del norte de Tailandia, donde lucha por la prevención del tráfico de niñas de la etnia Karen a través de la educación y el empoderamiento. La labor que realizan la conmovió de tal manera, que desde 2021, Glo apoya activamente a esta ONG.
Como explica la propia Ixone Elosegui, “nuestro afán por ayudar a otras mujeres va más allá de vender productos que hagan que las mujeres se sientan mejor, queremos apoyar a aquellas que no tienen derechos y que son víctimas de tráfico sexual en las zonas indígenas del norte de Tailandia. Desde que conocí este proyecto, entendí que parte de la misión de Glo era ayudar a estas mujeres a salir del círculo de riesgo de esclavitud y tráfico humano”.
Una labor que merece ser contada.
Ahora, Glo da un importante paso más para visibilizar el proyecto y contará con el apoyo de Almudena Cid, que se convertirá en portavoz de la misión solidaria de la marca. La gimnasta y actriz viajará a Tailandia junto a la ganadora del sorteo y un acompañante para conocer el trabajo de la ONG de la mano de Ixone y de todo el equipo de la fundación. Una experiencia que irá mucho más allá de visitar las instalaciones de la fundación, será una colaboración activa con el proyecto. Almudena, impartirá varios talleres a las niñas de la fundación y su pareja, el exfutbolista Gerardo Garcia Berodia, hará lo propio con talleres de futbol, así como charlas motivacionales y vivirán de primera mano y de manera activa el día a día de la ONG.
Se alojarán en The Chai Lai Orchid, un pequeño resort en la selva de Chiangmai integrado dentro de un Santuario de Elefantes y uno de los proyectos de Daughters Rising. Un espacio único, ubicado en plena naturaleza, donde se protege a los elefantes al mismo tiempo que se proporciona empleo y formación.
Todas las mujeres que trabajan en el resort son chicas de la etnia Karen a las que la fundación aporta toda la educación necesaria para su desarrollo. Aprenden inglés y una profesión orientada al sector turístico. Entre otras enseñanzas se incluye el Muay Thai, una disciplina de autodefensa y también se les ayuda con micro-créditos para aquellas que quieran emprender.
Además, visitarán la casa de acogida de Daughters Rising - Baan Sukhito- donde viven niñas en riesgo a las que proporcionan educación, una alimentación sana y un hogar donde se sientan seguras y a salvo.
La Fundación Daughters Rising trabaja en el norte de Tailandia, muy cerca del Triángulo de Oro, donde confluyen Tailandia, Laos y Myanmar, una zona tan estratégica como conflictiva, y centra su labor en la etnia Karen, fuertemente perseguida en Myanmar.
A través de sus becas de estudio, muchas adolescentes que viven en las aldeas de las montañas o en campos de refugiados, reciben una educación que evita que terminen en manos de la mafia tailandesa de tráfico sexual. Muchas de ellas, después de cursar su formación universitaria (enfermeras, maestras, médicos, ingenieras...) retornan a sus aldeas de origen, convertidas en mujeres dispuestas a mejorar sus condiciones de vida y generar un impacto positivo en su comunidad.