¿Alguna vez te has preguntado qué es mejor, una máscara LED o un panel de fototerapia con luz roja? En este artículo vamos a comparar ambos para resolver todas tus dudas sobre estos dos sistemas de fototerapia LED, la máscara LED frente a los paneles de fototerapia con luz roja.
Si estás pensando en realizar un tratamiento facial con fototerapia de luz roja, probablemente has encontrado para valorar dos opciones: los paneles y las máscaras de fototerapia con luz roja. Aunque ambos dispositivos tienen como objetivo proporcionar beneficios terapéuticos y de belleza, difieren enormemente en rendimiento, facilidad de uso y valor.
En este artículo, le explicaremos todo lo que necesita saber sobre estos dispositivos para que puedas decidir cuál se adapta mejor a sus necesidades.
Hemos revisado muchos dispositivos de terapia de luz roja, incluyendo paneles de mesa más pequeños, paneles más grandes y máscaras portátiles tanto rígidas como flexibles.
Veamos en qué se diferencian el precio, la potencia, la facilidad de uso y el rendimiento.
Funcionalidad principal y Comparación de precios
En principio, los paneles de tearpia luz LED, suelen utilizarse en gimnasios especializados, centros de SPA, masaje o fisioterapia... para la recuperación muscular y articular, ya que mejora la energía (ATP) de las células, también, ayuda a regular los ritmos circadianos y a la síntesis de melatonina. Sobre todo su función es el bienestar y mejora de la vitalidad.
Las máscaras LED de tecnología luz roja e infrarroja se utilizan específicamente para tratar la piel, ya que mejora la síntesis de colágeno, y ayudan a tener una piel saludable y joven.
A primera vista, las máscaras y los paneles parecen tener precios comparables. Un panel de fototerapia con luz roja de buena calidad diseñado para uso facial, como los modelos de sobremesa más pequeños, suele costar entre 650€ y 2500€.
Por otro lado, las máscaras de terapia con luz roja se encuentran en un rango de precios entre 350-900€, con distintas características y materiales.
La ciencia de la potencia: Por qué es importante la potencia en la terapia con luz roja
La potencia de salida de un dispositivo de fototerapia con luz roja es uno de los factores más esenciales para determinar su eficacia. Sin una potencia suficiente, la luz no penetrará lo suficiente como para proporcionar beneficios terapéuticos significativos. En pocas palabras, más potencia equivale a resultados más rápidos y tiempos de tratamiento más cortos.
Pero la eficacia, no depende solo de la potencia, si no también de la proximidad de la fuente emisora (LED) a la piel, que en el caso de las máscaras es mucho más próxima a la piel que los paneles.
Los paneles de fototerapia con luz roja son potentes, sobre todo porque no están próximos a la piel. Estos dispositivos suelen tener una estructura metálica, sistemas de refrigeración avanzados (como ventiladores) y enchufes directos a la pared, lo que les permite suministrar la máxima energía.
Sus LED emiten una luz tan brillante que un panel puede iluminar una habitación entera.
Medidos a una distancia de tratamiento estándar de 15 cm, los paneles suelen emitir entre 40 y 80 milivatios por centímetro cuadrado (mW/cm²). Cuanto más se acerque al panel, más intensa será la energía, lo que le permitirá personalizar el tratamiento. Esta potencia garantiza que las longitudes de onda terapéuticas penetren profundamente en la piel y los tejidos subyacentes.
Las máscaras portátiles de más calidad suelen disponer de LEDs que emiten 30 mW/cm². Están diseñadas para ser ligeras y portátiles, y dependen de baterías recargables, lo que las hace muy cómodas para un uso doméstico.
También las hay de estilo koreano, de material rígido y con cable. máscaras de menos calidad producen entre 1 y 25 mW/cm², medidos al presionar la máscara directamente contra la piel. La intensidad disminuye bruscamente si se aleja incluso una pequeña distancia, lo que significa que las mascarillas a menudo no pueden suministrar suficiente energía para lograr efectos terapéuticos notables sin tiempos de tratamiento extremadamente largos.
Es decir, en la máscara es muy importante tanto la potencia (30 mW/cm²) como el material que permita la máxima proximidad a la piel posible, lo que nos dará el tiempo idóneo de tratamiento, haciendo que no sea muy largo.
Glo Mask ha sido diseñada por este motivo con una silicona líquida de grado médico ultra flexible y ligera, y su corte y colocación permite una máxima adaptabilidad al rostro.
Tiempos de tratamiento: Es clave para la eficacia
El tiempo de tratamiento es otro factor crítico a tener en cuenta. Un dispositivo de fototerapia con luz roja debe emitir suficiente energía para alcanzar una dosis terapéutica y ofrecer resultados eficaces.
Las investigaciones han demostrado que 10-18 julios por centímetro cuadrado (J/cm²) es lo mejor para la salud de la piel. La dosis alcanzada depende de la potencia del aparato y del tiempo que se utilice.
Por ejemplo, un panel con una potencia típica de 40-60 mW/cm², se puede conseguir una dosis terapéutica en 2 ó 3 minutos a una distancia de 15 cm. Esta eficacia convierte a los paneles en una opción excelente para cualquier persona con una agenda apretada. En función de la potencia y distancia, puede necesitar un tiempo de tratamiento menor o mayor, desde 3 a 20 minutos.
La máscara requiere normalmente entre entre 10 y 15 minutos por sesión, y las de menos potencia pueden necesitar entre 60 y 90 minutos en administrar la misma dosis.
Por ejemplo, la máscara facial LED antiedad de Glo, Glo Mask, ofrece una potencia de los LEDs de 30 mW/cm², realizada en silicona ultra-flexible de silicona de grado médico permite que esté totalmente próxima a la piel, por lo que en 10 min, se ha demostrado 18 J/cm², ideal para la piel.
Aunque el panel es más rápido, es mucho más aparatoso que llevar una máscara durante 10 min, sobre todo si es flexible y ligera; pero puede resultar más rentable si la usan varios miembros de la misma casa y se dispone de un espacio adecuado para ella.
Longitudes de onda: ¿qué aparatos emiten la luz adecuada?
Los paneles suelen combinar luz roja y luz infrarroja cercana (NIR) con el objetivo de energizar las células. Son recomendadas para deportistas, pero en general, una terapia regular puede ayudar a favorecer la vitalidad. Dentro de las máscaras LED que podemos encontrar en el mercado, hay las que combinan estas mismas longitudes de onda, o que añaden otras como amarilla, verde, azul... pero solo las longitudes de onda roja, infrarroja, azul y verde tienen estudios clínicos que avalan sus resultados.
Las longitudes de onda de la luz que emite un aparato determinan los beneficios terapéuticos específicos que obtendrá. Para la mayoría de las aplicaciones, se recomienda la luz roja (630-660 nm) y la luz infrarroja cercana (810-850 nm). Los estudios científicos han demostrado que estas longitudes de onda estimulan la producción de colágeno, mejoran el tono de la piel y favorecen una cicatrización más profunda.
La última innovación son los LED con longitud de onda de 1070 nm, un infrarrojo más profundo que el infrarrojo cercano, que posee beneficios especialmente para la zona de alrededor de los ojos, reduciendo ojeras, bolsas, coloración de la ojera, lineas de expresión ... Esta tecnología ya está implementada en máscaras más revolucionarias del mercado, como Glo Mask.
Paneles: Longitudes de onda uniformes y fiables
La mayoría de los paneles incluyen estas longitudes de onda clave, y algunos incluso añaden opciones adicionales para mayor versatilidad. Algunos modelos específicos también ofrecen luz azul (415-460 nm), que es beneficiosa para el tratamiento del acné, aunque no es tan universalmente aplicable como la luz roja y la luz infrarroja cercana.
Máscaras: Una mezcla de longitudes de onda
Las máscaras suelen incluir una mezcla de longitudes de onda, pero su eficacia varía. La máscara Glo Mask combina luz roja (630 nm) con luz infrarroja cercana (830 nm y 1070 nm). La longitud de onda de 1070 nm es exclusiva de esta mascarilla y penetra más profundamente que la de 830 nm.
Hay máscaras que incluyen luz azul y luz verde. Aunque la luz azul puede ayudar con granitos e imperfecciones de la piel, incluso para el acné leve y moderado, los beneficios de la luz verde poseen menos estudios clínicos, y sus beneficios demostrados son sobre la mejora de las manchas de la piel.
Cobertura lumínica: exposición completa y uniforme
La cobertura lumínica es otra área en la que los paneles y las máscaras difieren significativamente. Los paneles proporcionan una luz homogénea y uniforme en una zona amplia, lo que garantiza que cada parte de la piel reciba la misma dosis terapéutica. La densidad de los LED y la gran superficie de los paneles los hacen ideales para tratamientos faciales e incluso corporales, dependiendo de su tamaño.
En las máscaras de luz LED es importante tanto la colocación de los LEDs, su potencia, como la cobertura que consigue dar la máscara con el objetivo de que los resultados sean los más regulares y homogéneos posibles. A pesar de ser un tratamiento de uso doméstico, si está bien diseñada, la máscara puede convertirse en un complemento de cuidado facial muy eficaz, y fácil de utilizar y sobre todo, muy seguro.
Si la colocación es desigual, algunas zonas de la piel recibirán menos luz, lo que provocaría resultados irregulares. Aunque las máscaras son cómodas y permiten estar muy próximas a la piel, su limitada cobertura lumínica puede ser un inconveniente en comparación con la exposición amplia y uniforme de los paneles.
Usabilidad: Comodidad frente a conveniencia
En cuanto a la facilidad de uso, los paneles y las máscaras tienen ventajas e inconvenientes.
Los paneles son fáciles de usar. Puedes sentarte frente al dispositivo mientras escuchas un podcast, lees un libro o meditas, lo que hace que la experiencia sea fluida y relajante. Como el tiempo de tratamiento es tan breve, las sesiones pueden adaptarse fácilmente incluso a la rutina más ajetreada. Pero son más voluminosos, pesados y no son tan portátiles.
Las máscaras son portátiles y dependiendo de su material, si es rígido o flexible, su diseño, modo de ajuste... pueden resultar más o menos cómodas. A menudo utilizan bandas para sujetarlas y ajustarlas a la cabeza.
Lo esencial: son dos categorías diferentes
Aunque tanto los paneles como las máscaras tienen su lugar en la terapia con luz roja, son dos categorías de producto diferentes, incluso para sus aplicaciones. Los LED de los paneles tienen una potencia superior, tiempos de tratamiento más cortos y una cobertura lumínica más amplia. Son ideales para deportistas y el bienestar, ya que la fototerapia tiene muchos beneficios para la salud y la vitalidad.
Las mascarillas son perfectas para quienes dan prioridad a la portabilidad y la belleza facial.
